Fireball sabe como el cielo

y quema como el infierno. Esa dualidad es única, pero todos tenemos nuestra dualidad. O muchas dualidades. Con nuestros padres somos de una forma y con nuestros colegas de otra. En la universidad sacamos buenas notas, en la discoteca damos la nota. A nuestra pareja le contamos nuestros secretos, a nuestro mejor amigo le contamos secretos de otros. En unas situaciones decimos la verdad y en otras mentimos para conseguir lo que de verdad nos importa. Fuera de los bares contamos nuestras historias; dentro de ellos, las vivimos. Nos enfrentamos a cada situación de una forma totalmente distinta. A veces hacemos cosas que quizás no deberíamos hacer. O que podríamos hacer de otra manera. O que, al menos, deberíamos pensar un poco si hacerlas o no. Pero son tan divertidas… A veces caer en la tentación no es tan malo. Porque todos tenemos un Party Animal dentro. Y a veces hay que estar…